Manténgase Preparado: Qué Saber para Practicar Durante una Emergencia
An English version of this article, “Stay Prepared: What to Know to Practice During an Emergency” appears directly below the Spanish.
Charles Juarbe, MD, en nombre del Comité Panamericano
Charles Juarbe, MD, otorrinolaringólogo del Edif Médico Santa Cruz, Puerto Rico, y miembro del Comité Panamericano.
Los desastres naturales pueden afectarnos a todos, interrumpiendo tanto nuestras vidas personales como nuestras prácticas médicas. La gravedad y la naturaleza de estos eventos pueden variar según la región, pero la preparación es clave para garantizar la continuidad de la atención a nuestros pacientes. Habiendo experimentado múltiples emergencias de primera mano, me gustaría compartir algunos consejos prácticos.
Entendiendo los Riesgos Regionales
Cada área geográfica tiene sus propios riesgos de desastres naturales. Las regiones costeras, incluidas el Caribe, el sur de EE. UU. y la Costa del Golfo de América Central, son vulnerables a huracanes. Otras áreas enfrentan tornados, mientras que las regiones del norte luchan contra tormentas severas de nieve y hielo. Las inundaciones, los terremotos y los incendios forestales representan amenazas en muchas ubicaciones.
Impacto en las Prácticas Médicas
El impacto de un desastre en una práctica médica depende de la gravedad del evento. Las interrupciones menores, como un breve corte de energía, pueden retrasar las operaciones durante uno o dos días. Sin embargo, los desastres graves—como un tornado que destruye una oficina, un terremoto que daña un edificio o una inundación que deja una clínica inoperable—pueden tener consecuencias a largo plazo. Estoy seguro de que muchos de nosotros podríamos compartir historias como estas. Incluso en casos menos extremos, los cortes de energía son una de las interrupciones más comunes en mi área y pueden durar desde unos pocos días hasta semanas. Cuando la oficina física permanece intacta pero no tiene electricidad, las estrategias alternativas pueden permitirnos continuar brindando atención a los pacientes, incluso de manera limitada.
Preparándose para Reanudar la Atención a los Pacientes
La primera prioridad es garantizar la seguridad de nuestras familias y hogares. Muchos de nosotros tenemos generadores de respaldo en casa, lo que es crucial para mantener funciones esenciales y recargar equipos médicos.
Los hospitales generalmente están bien preparados para desastres, pero las clínicas ambulatorias requieren planificación adicional.
La comunicación es esencial—si las redes móviles están operativas, tener una red local de otorrinolaringólogos establecida (ya sea basada en mensajes de texto o en una aplicación de smartphone dedicada) puede ayudar a evaluar las condiciones, coordinar la atención y determinar qué colegas están disponibles para atender a los pacientes.
Ejemplo de un otoscopio con batería.
Equipo Esencial para Operaciones Limitadas
Ejemplo de un faro médico ENT con batería.
- Depresores linguales
- Lámpara frontal a batería
- Otoscopio a batería
- Laringoscopio a batería
Al final de cada día, asegúrese de recargar el equipo durante la noche para garantizar su disponibilidad al día siguiente. Incluso con desafíos significativos, brindar atención en tiempos difíciles trae una gran satisfacción. Al mantenernos preparados y adaptarnos a las condiciones de emergencia, podemos continuar sirviendo a nuestras comunidades cuando más nos necesiten.
Stay Prepared: What to Know to Practice During an Emergency
When a natural disaster strikes, staying prepared can help otolaryngologists provide essential care to their communities.
Charles Juarbe, MD, on behalf of the Pan-American Committee
Charles Juarbe, MD, otolaryngologist at Edif Medico Santa Cruz, Puerto Rico, and member of the Pan-American Committee.
Understanding Regional Risks
Each geographical area has its own natural disaster risks. Coastal regions, including the Caribbean, the southern mainland U.S., and Central America’s Gulf Coast, are vulnerable to hurricanes. Other areas face tornadoes, while northern regions contend with severe snow and ice storms. Flooding, earthquakes, and wildfires pose threats across many locations.
Impact on Medical Practices
The effect of a disaster on a medical practice depends on the severity of the event. Minor disruptions, such as a brief power outage, may delay operations for a day or two. However, severe disasters—such as a tornado destroying an office, an earthquake damaging a building, or a flood rendering a clinic inoperable—can have long-term consequences. I am sure many of us could share such stories. Even in less extreme cases, power outages are among the most common disruptions in my area and can last anywhere from a few days to weeks. When the physical office remains intact but lacks electricity, alternative strategies can allow us to continue providing patient care, even on a limited basis.
Preparing to Resume Patient Care
The first priority is to ensure the safety of our families and homes. Many of us have access to backup power generators at home, which are crucial for maintaining essential functions and recharging medical equipment.
Hospitals are generally well prepared for disasters, but outpatient clinics require additional planning. Communication is essential—if mobile networks are operational, having an established local ENT network (whether based on text messaging or in a dedicated smartphone app) can help assess conditions, coordinate care, and determine which colleagues are available to see patients.
Example of a battery-powered otoscope.
Essential Equipment for Limited Operations
When working under emergency conditions, it’s important to inform patients in advance that services will be limited. However, basic examinations and treatments can still be performed with minimal equipment, including:
- Tongue depressors
- Battery-powered headlight
- Battery-powered otoscope
- Battery-powered laryngoscope
Example of a battery-powered headlamp.